«A nosotros el sistema ADF nos está funcionando de maravilla. Lo instalamos en 2010 en nuestra sala rotativa externa de 50 puntos con el objetivo de reducir el trabajo que llevaba ordeñar nuestro ganado de 700 vacas. La inmersión y el enjuague automáticos acortaron el tiempo en la sala, por lo que ahora estamos ordeñando hasta 300 vacas por hora, dos veces al día. Venimos manteniendo los conteos de células en niveles bajos y, como resultado, son muchas menos las vacas que necesitan tratamiento por mastitis y los gastos veterinarios son bajos».